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Meditación

Mientras entran al Nuevo Año, sienten un gran deseo de meditar. Centrándose y respirando rítmicamente notan que todas las preocupaciones de la vida de cada día son quitadas de los hombros y barridas de la mente. Al instante requieren a vuestro Ángel de la Protección para que esté a vuestro lado, a fin de acompañarlos en el viaje que están por hacer. El Arcángel Miguel ahora los libera de cada línea de fuerza que los conecta con la imperfección de cualquier clase, permitiéndole al Amado Zadkiel que purifique y transmute toda energía negativa dentro de los cuatro vehículos inferiores en energía pura una vez más. De inmediato se sienten libres. 

Ahora, envueltos en un confortable manto de Paz y Armonía, notan la quietud alrededor de ustedes mientras caminan sobre un sendero que les parece muy familiar. No hay palabras para describir ese lugar, sólo la completa y total ausencia de sonidos. 

Dentro de este Gran Silencio los sentidos se intensifican y se sintonizan finamente. Son concientes del cuerpo físico y experimentan una sensación de bienestar. Al hacerlo le envían amor y gratitud al cuerpo elemental. Ahora entran al cuerpo etérico, el depósito de todos los registros de las experiencias en todas las encarnaciones que han tenido. Mientras revisan estos registros reciben una visión interna que les asiste en esta encarnación y son agradecidos por esta ayuda. Avanzando hacia el cuerpo mental consideran el modo en que entienden cada día de vida en este planeta. El conocimiento almacenado aquí es información que se les ha dado y que puede o no ser verdadera. Desde hoy en adelante considerarán sólo la Verdad. Ahora vuelven la atención al cuerpo emocional. 

Este es el mundo de sentimienos y el mayor de los cuatro vehículos inferiores. Es también el primero y responde al mundo externo conteniendo lo mejor y lo peor de los sentimientos y deseos. Consideren todos estos sentimientos y esfuércense por lo más elevado en su mundo. 

Ven ante ustedes una gran fuente y se aproximan a ella. Después de refrescarse bebiendo sus frescas aguas se dan cuenta que han entrado al Templo de Orden Divino. Continúan bebiendo profundamente las verdades fudamentales sobre las cuales están basadas todas las leyes. Recibiendo estas verdades prometen apoyar estos principios desde hoy en adelante. Al hacerlo así, el Altar del Templo de Orden Divino aparece ante ustedes. Sobre el mismo ven una firme, pura Llama Blanca espiralando una suave radiación. En cada fibra de vuestro Ser saben que esta Llama ha estado aquí desde el comienzo de los tiempos y que resplandecerá por siempre, invariable, en todo el tiempo a venir. Tal es el camino del Divino Principio. 

Con este conocimiento contemplan lo que han recibido mientras lentamente comienzan a retornar del viaje. Cuando la conciencia se mueve de regreso a los vehículos emocional, mental, etérico y físico, anclan la Verdad de Divino Principio dentro de cada  uno de ellos, sabiendo que, desde hoy en adelante expresarán sólo la Perfección de Divino Principio en todas las áreas de la vida.

 

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