2
Las Cartas de Shamballa
VOLUMEN III, Número 23 Junio 9, 1981
Amado El Morya
Chelas aspirantes, haré unas pocas pero pertinentes delcaraciones que cuando se
apliquen los asistirá en los concertados esfuerzos para lograr la sostenida
Cristeidad.
Ustedes saben bien que dos vibraciones no pueden existir en ningún tiempo dado o
lugar. Cuando uno desea expresar la Voluntad de Dios él no puede considerar la
más baja vibración de “su” voluntad.
El Primer Rayo de la Voluntad de Dios contiene y es el impulso inicial de los
Siete Rayos.
Si la Voluntad de Dios estuviera expresando ideas no abrazaría la acción
vibratoria más baja de “mi” voluntad.
Cada manifestación perfecta es una expresión de la Voluntad de Dios, no importa
cuán difícil aparente ser a lograr desde el punto de vista humano.
La Voluntad de Dios es la Perfección ordenada por el Todopoderoso para este
planeta y toda vida sobre el mismo.
Cuando un individuo permite que el elemento humano de “mi” voluntad quiera
entrar en algún pensamiento, palabra o acto hay una desviación de la Perfección
del Primer Mandato.
Las declaraciones precedentes pueden parecerles elementales. Sin embargo a fin
de avanzar desde la conciencia humana a la Divina, la acción posesiva de “mi” no
puede existir.
Por lo tanto les sugiero que al comenzar cada día, y en todos los momentos
después que eleven la conciencia y en una manera muy afirmativa repitan,
silenciosa o audiblemente: “Tu Voluntad sea hecha en mi mente, cuerpo, mundo y
asuntos”.
No es necesaria ninguna explicación para esa declaración, porque cuando sientan,
aceptan y afirmen esta Verdad… realmente entenderán que la Voluntad de Dios es
Perfección en toda forma. Tengan en mente que “mi” es el sello de la
imperfección en toda manifestación.
Diciendo esto, los abrazo con el pleno momentum reunido de la Voluntad de Dios
que “YO SOY.”
El Morya, Jerarca
Del Templo Internacional de la Unidad