3
Las Cartas de Shamballa
VOLUMEN 16, Número 37 Setiembre 16, 1994
Mis Amados Amigos:
A aquellos de ustedes que sirven como nuestros chelas, se les ha dicho que a algunos miembros de la familia se les ha dado la oportunidad para su Ascensión a niveles internos, como resultado de vuestros servicios. Quizá hayan querido saber cómo es esto posible, si cada corriente de vida es individualmente responsable de su propia preparación. A través de vuestras llamadas durante los años, amados chelas, muchos de los seres amados se han unido a ustedes en servicio, pero trabajando desde los planos internos. Ellos se unen a las Legiones del amado Arcángel Miguel para servir bajo sus instrucciones en los más bajos planos astrales de la Tierra. Ellos han deseado y gozosamente asistido en la tarea de ayudar a las recientes almas que partieron, muchas de las cuales estaban en todas formas de angustias, para que entraran a los Templos del Fuego Violeta. Ellas han guiado a otras a lugares de descanso provistos para ellas y cumplimentaron otras incontables tareas que les fueron pedidas.
Desearía sugerirles que hagan el llamado para que las Presencias YO SOY de toda la humanidad, en o fuera de encarnación, se unan a ustedes y los asistan mientras entran a este trabajo, expandiendo así esta oportunidad a todas las corrientes de vida pertenecientes a las evoluciones de la Tierra.
Yo creo que será útil si les digo que – en los planos internos – siempre hay Ángeles de la Liberación esperando encontrar a cada corriente de vida en el momento de su transición para guiarlos hacia la Luz. Verdaderamente es como hacer un viaje, cuya llegada es gozosa y feliz, siendo reunidos por Seres de Luz y Amor, que son raramente encontrados en el plano físico. Es muy importante entender que cada alma es amada y querida en los Planos de Luz, a pesar de la experiencia de vida que preceda a su transición.
¿Qué interfiere entonces con un alma para que sea capaz de recibir el amor y la bienvenida que espera? Primero de todo, el libre albedrío surge con cada persona, desde la primera encarnación hasta la final sobre la Tierra. El libre albedrío también retorna con ustedes a los planos internos en el final de cada encarnación. A través de las experiencias sobre la Tierra y las decisiones hechas, algunas veces el peso del karma le hace difícil al alma elevar sus ojos y ver la Luz y la Presencia Angélica esperando. En su lugar, el alma puede ser atada por la fuerza del limitado entendimiento, creencias e intenciones, llevadas con ella a través de su transición. Entonces, cuando se encuentra a sí misma en el plano astral inferior, liberada de su propia forma física, puede ser incapaz de ver más arriba. Hay muchos factores involucrados, pero un individuo está o atado o libre a través de su propio deseo e intención, en los planos internos y en el plano físico externo, porque es donde pone su atención.
Los individuos pueden no estar preparados para su transición: Si sus corazones están pesadamente cargados con responsabilidades dejadas sin cumplimentar o incompletas; si hay discordia de cualquier clase; si sus seres amados están experimentado gran dolor emocional o no entienden la nueva oportunidad que le espera a su ser amado. Por estas u otras razones, ellos pueden encontrar dificultades para experimentar un pasaje verdaderamente en paz.
Si tienen la oportunidad de comunicarse directamente con una persona que se está preparando para dejar el plano físico les sugiero que hagan todo lo posible, dentro de vuestro poder, para ayudarlo a mantener su mente en paz. Con frecuencia, no es posible – ni aún deseable – compartir vuestro propio entendimiento, pero siempre es posible estar dando confianza y amor al otro. Trabajen en silencio, afirmando vuestra fe en la perfección del Divino Plan de Dios para vuestro compañero viajero, trabajando a un nivel consciente con su Presencia YO SOY y Santo Ser Crístico. Esto le proveerá gran luz al alma para hacer una pacífica y feliz transición.
Ahora los envuelvo en el amor y optimismo de la Llama de la Ascensión, para que los asista en este servicio a la vida.
Serapis Bey