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Las Cartas de Shamballa

 VOLUMEN 17, Número 24                                                                                                     Junio 16, 1995

Amados chelas: 

Mientras toman tiempo esta semana para honrar al aspecto padre de Dios en toda corriente de vida, es apropiado que comencemos a trabajar con el santo aliento a través del siguiente ejercicio de respiración y reconocimiento de la fuerza y el poder de los propios cuerpos físicos. 

Cuando lleguen al entendimiento de que respirar significa vivir y, por respirar apropiadamente, es posible corregir las condiciones negativas en los vehículos inferiores, habrán dado un gran paso en el sendero a la maestría. El cuerpo físico es el templo del Dios viviente y, aprendiendo a respirar regularmente y dirigiendo la respiración pueden elevar la acción vibratoria del mismo. Al hacerlo así, acelerarán la actividad de todas y cada célula y limpiarán cualquier efluvio al que se le haya permitido formarse allí. Recientemente he observado que una vez más la mayoría de la gente de la Tierra se ha vuelto tan pesada con este propio efluvio creado que ellos se sienten flojos y cansados la mayoría de las veces. A través de varias técnicas de correcta respiración pueden aprender varios ejercicios importantes con los cuales asistir a mejorar los cuerpos fisco, etérico, mental y emocional cuando tomen tiempo para practicarlos. 

No se desanimen si al principio no pueden dominar estos ejercicios respiratorios. Practiquen con frecuencia porque ella trae la perfección y como resultado de la perseverancia, estarán complacidos de entender que han llegado a sentirse más ligeros en el cuerpo físico, libres  y sin impedimentos por los pensamientos negativos. Rápidamente experimentarán un más gozoso punto de vista sobre la vida y emocionalmente estarán más calmos y serenos al enfrentarse con las situaciones que se presentan a diario en la vida. 

Puedo sugerirles que dejen a un lado un tiempo especial cada día para estos ejercicios y que ellos serán hechos a lo menos dos veces por día. Un punto importante a recordar es que antes de comenzar cualquier ejercicio de respiración, es una buena idea tomar una profunda respiración y luego vaciar los pulmones tanto como les sea posible sacando el aire profundamente. Podría también ser sabio leer mis instrucciones varias veces antes de intentar hacer estos ejercicios. 

Ahora, tomen una profunda respiración de limpieza y párense erguidos, los pies juntos, los brazos relajados y descansando a los lados del cuerpo. Cuando comiencen a respirar tensen los brazos y lentamente inhalen hasta la cuenta de cinco, elevando lentamente los brazos sobre la cabeza. También, mientras inhalan suavemente empujen el diafragma hacia afuera. Sostengan la respiración contando hasta cinco y visualicen una gran luz blanca vertiéndose hacia abajo desde la Divina Presencia. Luego lentamente exhalen hasta la cuenta de cinco mientras bajan nuevamente los brazos hacia los costados. Repitan este patrón de respiración por siete veces luego relájense y den la siguiente afirmación con sentimiento: 

“Te doy gracias Padre por mi vida, por mi cuerpo físico, el instrumento más maravilloso en el universo. Yo comando que cada célula, átomo, glándula, músculo, órgano y función de mi cuerpo ahora acepten la resplandeciente luz de mi Divina Presencia para sanar, elevar y hacer de todo esto el templo del Dios viviente y te doy gracias por este puro y bien balanceado cuerpo.” 

Focalicen con frecuencia la atención en este ejercicio durante la semana que viene y observen los resultados en la vida. Mientras lo hacen, sientan mi amor que los rodea constantemente. 

Æolus

Espíritu Santo Cósmico

 

 

 

 

 

 

 

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